Como bufete de abogados en Zamora especializado en divorcios queremos centrarnos en uno en concreto: el amistoso o de mutuo acuerdo. Como te imaginas, es todo lo contrario al contencioso. Ahora vemos las diferencias entre ambos.


En el caso del divorcio amistoso, los dos cónyuges presentan ante un juez de primera instancia una demanda conjunta de divorcio con el Convenio Regulador en el que se concretan los acuerdos alcanzados. En estos divorcios de mutuo acuerdo los cónyuges son representados por el mismo abogado y procurador. Lo ventajoso de optar por esta vía es que los dos miembros de la pareja están en posición de decidir cuestiones como quién se quedará con la vivienda familiar, el importe de la pensión compensatoria o el régimen de visitas si hay hijos menores. En el despacho de Esther Barreiros González te insistimos que, después de presentar la demanda, se citará a los dos cónyuges por separado. Se trata de que, primero uno y después el otro, ratifiquen esa decisión de divorciarse. Si uno de los dos no lo hace se pasa ya al divorcio contencioso.


En un juicio de divorcio de mutuo acuerdo, en el caso de que haya hijos incapacitados o menores de edad pero mayores de 12 años con juicio suficiente, estos serán escuchados por el juez. El Ministerio Fiscal redactará un informe sobre lo establecido en el Convenio Regulador en relación a los hijos. Tras estos trámites, el juez dictará sentencia de divorcio y se pronunciará sobre el Convenio Regulador. Como bufete de abogados en Zamora te recordamos que la sentencia quedará inscrita de oficio por el juez en el Registro Civil. Hasta ese momento no tendrá efectos legales.