En un despacho de abogados de Zamora especializado en asuntos que tienen que ver con el Código Penal estamos acostumbrados a escuchar algunas expresiones que, sin embargo, para nuestros clientes no resultan tan usuales. Hablamos, por ejemplo de una “condena a costas” que se produce dentro de una sentencia judicial.  Vamos a explicar sencillamente en qué consisten las costas de un proceso judicial.

Acudir ante un tribunal, ya sea como demandante o como demandado, exige tener que afrontar una serie de gastos económicos, excepción hecha, lógicamente, de que nos asista el derecho a la justicia gratuita, pero de eso ya hablaremos en otra ocasión. Es necesario pagar las minutas de los abogados, del procurador, y también a los peritos, los notarios y otros profesionales cuyos servicios se puedan solicitar en el transcurso del proceso. De la misma forma que se producen también otros gastos para la obtención de documentos o copias de certificaciones.

Cada una de las partes implicada en el procedimiento judicial debe asumir los gastos que ocasione la defensa de sus intereses y, al aproximarse el final del juicio, solicitar que el tribunal ordene en su sentencia a la parte contraria que se haga cargo de los gastos originados a lo largo del proceso. Cuando así se menciona expresamente en la sentencia es cuando hablamos de una “condena a costas”.

Por eso el despacho de abogados de Zamora que lleve tu caso ha de conservar las facturas y minutas de cuantos gastos se han producido para adjuntarlos en la solicitud que se presentará en el juzgado pidiendo el abono de las costas.

Para cualquier problema legal, sabes que puedes contar con la experiencia y los profesionales del despacho de Esther Barreiros González.