En los años 80, Stevie Wonder protagonizó la campaña más recordada de la historia de la DGT: "Si bebes, no conduzcas”. Este es uno de los lemas que defiende cualquier despacho de abogados en Zamora.

Se defiende por responsabilidad, porque es nuestro deber como ciudadanos y, también, como profesionales de la abogacía. Además, debemos tener en cuenta que las consecuencias penales, con el alcohol de por medio, pueden terminar siendo muy severas, como algún despacho de abogados en Zamora ya habrá comprobado.

Además de la correspondiente multa y retirada del carné, una persona que sobrepase determinados límites, al conducir bajo los efectos del alcohol, puede llegar a sufrir una condena de entre tres y seis meses de prisión. Una pena que podría ser sustituida por otra, de realización de trabajos en beneficio de la comunidad, durante un espacio de tiempo comprendido entre los 30 y 90 días.

Son castigos que se pueden incrementar considerablemente si el positivo se produce después de un accidente con heridos graves o fallecidos. En estos casos, la condena puede llegar a ser de entre uno y cuatro años de cárcel. Y, si se da, muy probablemente generará problemas de todo tipo en el círculo familiar más directo del sancionado penalmente.

Además, puede haber consecuencias añadidas para el conductor, en caso de ser condenado por protagonizar un accidente bajo los efectos del alcohol. La aseguradora puede reclamar que sea su cliente el que haga frente a las cantidades con las que haya que indemnizar a las víctimas. Y, si puede hacerlo, seguramente lo hará.

Esto es algo que se corrobora con cierta frecuencia en Esther Barreiros González. Por eso, además de ofrecer nuestros servicios para cualquier tipo de situación, queremos advertir de las consecuencias de la conducción imprudente bajo los efectos del alcohol, como profesionales y ciudadanos.